CAPITULO II. “Consumo consciente de Shampoos, daño colateral al medio ambiente … responsabilidad compartida”.
La contaminación del aire es un riesgo global para la salud
humana, especialmente la exposición a las llamadas "partículas
finas". Las partículas finas pueden emitirse desde los tubos de escape
sucios de las fábricas que elaboran los productos o liberarse a la atmósfera a
través de una cascada de reacciones que involucran reacciones químicas llamadas
compuestos orgánicos volátiles (COV). Para mejorar la salud humana relacionada
con la contaminación del aire, los científicos deben comprender mejor las fuentes
más importantes de COV. Al mismo tiempo, controlar las emisiones de COV por el
uso de productos químicos siempre ha sido un desafío.
En la investigación anterior, un equipo multidisciplinario
dirigido por Brian McDonald analizó las diferentes fuentes de contaminación del
aire. El equipo de McDonald's evalúa las fuentes de contaminación del aire
clasificando las estadísticas de producción química de las industrias y las
agencias reguladoras, recopilando datos detallados de la química atmosférica
durante las misiones científicas para evaluar las muestras de aire y evaluando
las mediciones de la calidad del aire interior.
A través de estos y otros análisis, llegaron a la
conclusión de que la cantidad de COV emitidos por los productos de consumo e
industriales en los Estados Unidos puede ser de dos a tres veces mayor que las
emisiones estimadas por el inventario actual de contaminación del aire. Un
estudio de seguimiento en Los Ángeles reveló específicamente las altas
características de dichos contaminantes en el aire exterior e interior. Los
autores dijeron que el cambio en las percepciones de los científicos sobre la
contaminación del aire urbano representado por este trabajo "desafiará el
marco de políticas de control de emisiones existente.
“un acto tan cotidiano como
el aseo personal a base de jabones y/o detergentes resulta altamente
perjudicial para el planeta”
Los jabones existen en nuestra historia desde
hace muchos años, en sus inicios se elaboraban con aceites naturales y plantas
naturales, y le daban a la gente un olor agradable. Con el paso del tiempo y el
advenimiento de la industria, este tipo de producto se ha ido desarrollando en
cierta medida, no solo es una necesidad básica, sino que varias marcas también
lo han mutado para transformarlo en productos más exclusivos.
Muchos detergentes convencionales utilizan fosfatos, fosfonatos o percarboxilatos como potenciadores. Estas sustancias actúan como fertilizante para las algas, haciendo que se multipliquen. Esto agotará el oxígeno del agua, además de producir olores desagradables y provocar un desequilibrio muy grave en lagos y ríos, el oxígeno del agua ya no es utilizado por los animales acuáticos (microorganismos y peces) provocando su extinción. Además, muchos detergentes convencionales contienen agentes antibacterianos. No tienen ningún uso práctico, pero pueden causar problemas para la vida de las bacterias acuáticas como:
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